Borges, Norah – Argentina

Biografía de Norah Borges

En 1901 nace en Buenos Aires Leonor Fanny Borges Acevedo, apodada como Norah por su hermano Jorge Luis, nombre que ella misma adoptaría.

En 1914 la familia Borges se traslada a Suiza por motivos de salud de su padre. Aquí comienza sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Ginebra. Toma contacto también con las vanguardias y compagina su formación clásica con el estudio del grabado en madera, de la mano del mismísimo Ernst L. Kirchner, Frans Masereel y Arnaldo Bossi.

En 1919 se trasladan a España, instalándose en Palma de Mallorca primero y, a finales de año, en Sevilla, para acabar en Madrid a principios de 1920.

El camino artístico de Norah Borges está muy ligado a las publicaciones literarias vanguardistas que surgían en las ciudades en las que iban residiendo. A su llegada a España comienzan las colaboraciones con revistas como Baleares, Reflector, Grecia, Ultra y Litoral, y se la vincula con el movimiento vanguardista Ultraísmo.

En 1924, a su regreso a Buenos Aires, Norah Borges continúa colaborando y apareciendo en revistas como Prisma, Proa, Martín Fierro o Sur. Su presencia en estas revistas la coloca como referente de un arte vanguardista en la Argentina de los años 20. En el desarrollo del ultraísmo plástico en Argentina le acompañan autores que ya formaron parte del movimiento en España como el uruguayo Rafael Barradas, y otros como Francisco Miguel, Luis Huici y Francisco Bores.

Durante su estancia en Buenos Aires, entre 1924 y 1932, Borges participa en exposiciones colectivas en salones y galerías, además de realizar una exposición individual en Amigos del Arte. En esta época Borges es llamada también a formar parte de exposiciones en España, considerándola dentro del panorama artístico de este país en el que tanta influencia mutua tuvieron.

En 1928 se casa con Guillermo de Torre y cuatro años más tarde ambos se trasladan de nuevo a España, estableciendo su residencia en Madrid. En 1936, con motivo de la Guerra Civil, Borges viaja a Marsella y posteriormente a París, para finalmente acabar regresando a Buenos Aires en 1938.

Durante esta época y posteriormente, las exposiciones individuales y colectivas se sucederán en ambos continentes. De este hecho es curioso destacar cómo aparece tanto en muestras como en publicaciones que la incluyen en el panorama español, así como en el arte argentino y latinoamericano en general.

Norah Borges fallece en Buenos Aires en 1998.

Obras de Norah Borges

Desde sus inicios Norah Borges desarrolla un arte influenciado por el expresionismo alemán y el cubismo, que da como resultado un lenguaje caracterizado por la estilización tanto de formas como de figuras humanas y la presencia de composiciones romboidales que descomponen los objetos y las superficies, creando una ilusión fragmentaria del plano.

Debido a su papel dentro del desarrollo del ultraísmo se ha llegado a identificar su estilo de juventud como el lenguaje plástico de este movimiento, a pesar de que no existían unas directrices en cuanto a la creación plástica debido a su enfoque principalmente literario. Así podemos ver asociados a este nuevo ismo desde el vibracionismo de Rafael Barradas, el planismo de Celso Lagar, el orfismo de Sonia y Robert Delaunay, el expresionismo de Norah Borges o el cubismo de Vázquez Díaz, entre otros.

Ya de regreso en Argentina, Borges continúa colaborando con revistas en ambos países. Durante esta época se da su etapa de máxima experimentación y vinculación con lenguajes vanguardistas.

A esta le sigue una época de desarrollo de un arte más individual y personal, en el cual la artista inicia su personal “retorno al orden” a partir de su propio concepto de pintura. En 1926 publicó en Martín Fierro (sin firmar) “un cuadro sinóptico de la pintura”. En él trata temas como el color, la forma, los valores y los temas, afirmando que la pintura debe ser una herramienta para evadirse, en la que buscar belleza y bondad, alejado o ajeno a las dificultades de la vida real.

Sin embargo, este nuevo planteamiento no supone una ruptura absoluta con lo que venía realizando, es más, no es en ella realmente nuevo. Durante décadas, Borges realiza de manera casi indistinta obras de lenguaje vanguardista junto con obras ligadas a este concepto de retorno al orden.

En este particular lenguaje vemos la inclinación y el gusto de Borges por el arte de los prerrafaelistas, la pintura flamenca del S. XIII, el arte griego arcaico y el arte románico, las pinturas de Fra Filippo Lippi, Fra Angélico, Giotto o Botticelli, pero también las de Chirico o el Greco.

Obras como “Tobías y el ángel” (1925), “Urbano y Simona” (1927), “La anunciación” (1925) o “Las moradas” (1956) son diferentes ejemplos de estas influencias, las cuales se encuentran en la exposición  Destino Argentina. Borges y Chale, mujeres artistas en la vanguardia.  

Las obras “Tobías y el ángel” y “Urbano y Simona” fueron expuestas en la conmemoración del 25 aniversario de la revista Martín Fierro en 1949 junto con obras de Xul Solar, Emilio Pettoruti, Lino Enea Spilimbergo y otros ligados a la revista.

Silvia Sánchez Ruiz
Curadora