«Caronte»

Ernesto Deira

Artista argentino de la Nueva Figuración (o Neofiguración). Junto con Luis Felipe Noé, Rómulo Macció y Jorge de la Vega formaron el grupo de La Otra Figuración, nombre con el que bautizaron su primera exposición colectiva en 1961.

Este grupo homogéneo y variopinto duró formalmente hasta 1965, continuando con los principios de la Neofiguración de manera individual en sus obras.

Formalmente lo que une al grupo es la representación de la figura humana desde un punto de vista existencialista. Su propuesta no sugería la vuelta a la figuración (otra vez) sino una alternativa. Incorporan la figura humana en un entorno artístico donde lo que prima es el arte informal, ya sea expresionista o abstracto. En un acto de rebeldía e ironía mayor, toman del Informalismo su lenguaje, para romper con él y su autorreferencialidad a la mancha al incluir la referencia a la figura humana.

Informalismo expresivo y protagonismo del color

Ernesto Deira fue el más rebelde de los componentes de La Otra Figuración. Toma del Informalismo y el Expresionismo aquello que le permite jugar con la materia, las formas y el color, para distorsionar la figura, representando al hombre en su vertiente más destructiva.

A pesar de todo el caos representativo que su obra supone, Deira siempre se preocupó por la coherencia en la composición y en los colores, los cuales emplea deliberadamente para lograr su finalidad de inquietud y angustia en sus obras.

 

“Caronte”, un pasaje a la otra orilla

En esta obra el autor emplea el color rojo para fusionar fondo y figura. Estas las podemos distinguir apenas, gracias a una fina línea que el artista dibuja y puntuales cambios cromáticos en las figuras. Junto a esta gran mancha de color rojo, otras formas geométricas se entremezclan en el lienzo formando parte a la vez de las figuras humanas representadas. En la obra podemos distinguir formas humanas, o partes de ellas, que se mueven y disponen en el lienzo como si de un limbo se tratase (sin gravedad, sin coherencia, sin narrativa; tan solo son seres en suspensión inmersos en un espacio rojo).

Como decíamos anteriormente, el uso del color y las formas nos derivan siempre a una composición en la que la figura humana está presente. Más allá de la referencia figurativa y de la materia, el tema lo podemos hallar aquí a través del título. Caronte, que significa literalmente “brillo intenso”, para la mitología griega era el barquero de Hades, encargado de transportar las almas de los difuntos al otro lado del río Arqueronte a cambio de un óbolo (moneda griega). Si no disponían de él éstos quedaban condenados a vagar cien años por la ribera, hasta que Caronte accedía a llevarlos sin cobrar (de este mito surge la tradición en Grecia de enterrar sus cadáveres con una moneda bajo la lengua.

 

Silvia Sánchez Ruiz
Curadora

 

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Referencias

SULLIVAN, E. J.  (coord.). Arte Latinoamericano del siglo XX. Madrid. Ed. Nerea, 1996. 351 páginas. ISBN: 8 489569 045

TRABA, Marta. Arte de América Latina. 1900-1980.  Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo, 1994. ISBN: 0-940602-69-5. 178 páginas.

TAMBURRINO CABRERA, ESTEFANÍA. Análisis crítico-descriptivo de la nueva figuración argentina 1961-1965. Ernesto Deira, Rómulo Macció, Jorge De La Vega y Luis Felipe Noé [Tesis de grado]. Directora: Guadalupe Álvarez de Araya Cid. Santiago: Universidad de Chile, 2008. P. 16-42. Disponible en: https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/101452/ar-tamburrino_e.pdf [Fecha de consulta 22/02/2018]

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