Santiago, Alejandro – México
1964-2013 | Arte Latinoamericano
Nace en un pequeño pueblo de la Sierra Norte zapoteca, Teococuilco de Marcos Pérez, en 1964. Con tan solo nueve años migra con su familia a la ciudad de Oaxaca en busca de mejores oportunidades para su educación, y allí se forma en artes plásticas.
Estudia en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y el Taller Rufino Tamayo, donde profundizará su formación en artes gráficas y su potencial. En 1963 se traslada a México para continuar sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Realiza su primera exposición individual en 1985 en la galería Sol y Luna, con el éxito que supuso la adquisición de tres de sus obras por la Fundación Rockefeller. En 1989 recibe una beca para un programa de intercambio que le permite viajar a Estados Unidos, oportunidad que aprovechó para viajar y establecer contactos en las grandes ciudades de Norte América.
Su obra llega a Europa unos años más tarde, gracias a su presencia en la exposición colectiva Europalia 93, en Bruselas. A partir de entonces galerías francesas mostraron su interés por él invitándolo a exponer en el país hasta que, finalmente se traslada a vivir a la capital francesa durante dos años. Finalmente vuelve a Oaxaca de Juárez, donde establece su estudio.
La migración marcaría su vida tanto por sus experiencias como por las de las personas que le rodeaban. Al reestablecerse en Oaxaca descubre que su comunidad de origen, Teococuilco de Marcos Pérez, ha sido desolada debido a la migración. Desde ese momento los esfuerzos de Alejandro Santiago se dirigieron también a recuperar este lugar y convertirlo en un pueblo próspero y con perspectivas de futuro para contrarrestar la despoblación. Para ello desarrolla proyectos artísticos -como su famosa instalación “2501 migrantes”- y culturales, como la creación del Centro Escultórico La Telaraña o el de La Calera, junto con la creación de un programa de becas artísticas para jóvenes.
Alejandro Santiago pintor fue un destacado artista oaxaqueño cuya producción abarcó diversas disciplinas como la pintura, la escultura, la platería y el grabado. En todas estas formas de expresión, su lenguaje artístico se caracteriza por una notable carga expresiva y gestual, donde la línea tiene un peso visual superior a la mancha, y las representaciones, aunque alejadas del realismo, nunca pierden completamente el vínculo con la figuración.
La obra de Alejandro Santiago pintor se enfoca en problemáticas sociales contemporáneas de gran relevancia en México. Entre ellas destaca su profunda reflexión sobre la migración. Además, abordó temas como el papel de la mujer en una sociedad cambiante y la riqueza de la herencia cultural zapoteca, que nutre muchas de sus composiciones simbólicas y materiales.
Santiago también integró en su práctica artística elementos de su entorno rural y su identidad zapoteca, creando una obra con una fuerte dimensión comunitaria y política. Su legado es hoy reconocido por su autenticidad, compromiso y la intensidad emocional que transmite su trazo.
Silvia Sánchez Ruiz
Curadora
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