Toral, Mario – Chile

Biografía de Mario Toral

Mario Toral nació el 12 de febrero de 1934 en la ciudad de Santiago de Chile. Se marcha de casa siendo muy joven, viajando primero a Argentina y después a Uruguay, donde consiguió realizar sus estudios artísticos en la Escuela de Bellas Artes. Aquí recibe la enseñanza del movimiento constructivista fuertemente arraigado en el país. En 1957 logra llegar a París, donde completará su formación en el taller de Henri Adam. Allí residirá y trabajará durante siete años.

Tras catorce años regresa finalmente a Chile, donde desarrollará su carrera artística como pintor, ilustrador, muralista y realizador de documentales, al tiempo que da clases en la Pontificia Universidad Católica de Santiago.

En 1973 viaja a Nueva York donde se establece hasta 1992, año que regresa a su país natal, aunque mantiene su segunda residencia en Estados Unidos.

Obra de Mario Toral

En cuanto a la plástica, Mario Toral está interesado en representar en su obra desde sus inicios el cuerpo humano y el movimiento. A través del desnudo, la fragmentación de las formas, representa la transformación constante del ser humano. En su discurso vemos también presente la simbología, el uso de la metáfora, la espiritualidad y la temática ligada con la identidad nacional y el concepto de arte latinoamericano “auténtico”.

A través de sus obras y documentales Toral explora los conceptos de identidad, la herencia y la realidad de las comunidades originarias, sus símbolos y tradiciones. A través de la memoria el artista plantea recuperar la originalidad de la identidad chilena, reflejada en sus obras.

En su obra podemos identificar varias etapas en directa relación con su vida. Una primera etapa denominada “Relieves”, entre 1957 y 1958, en la cual se centra en la investigación de texturas a partir de materiales que conformaban relieves, otorgando a la obra connotaciones telúricas.

En París se da la época de “Totems” (1958-1965), en la cual habla de la memoria americana a partir de un lenguaje simbólico y esquemático, con obras donde prima la materia, próximas al expresionismo abstracto.

Ya en Chile desarrolla las series de “Torres de Babel” (1965-1969), con formas geométricas que encierran rostros humanos. Entre 1969 y 1974 realiza «Mujeres y Piedras, El Mundo de Mañana, Rostros», resultado del contraste que le produce la urbe neoyorkina, que se traducen en monumentales obras y arquitecturas transparentes.

En los años 70, resultado también de un viaje a España, realiza «Prisioneras de piedra» (1974-1977), donde explora conceptos como el infinito, lo atemporal, la naturaleza humana, y trabaja especialmente técnicas de acuarela, todo ello de gran importancia para sus grandes obras posteriores en torno a la memoria.

Tras «Gente en Lucha»(1977-1979), realiza «Máscaras» (1979-1981), donde combina su trabajo de texturas con la representación de cabezas humanas volando, representadas de forma hierática y lenguaje expresionista. A estas le siguen «Cuerpos y Máscaras» (1981-1984), en las cuales sigue trabajando con los cuerpos fragmentados, en este caso cuerpos femeninos con simbología cósmica y mitológica vinculada a las tradiciones americanas.

Dentro de su producción destaca la realización de obra mural en proyectos como MetroArte, en el cual realiza su gran obra “Memoria Visual de una Nación”, ubicada en la estación de metro de la Universidad de Chile.

Toral trata de recuperar con esta obra monumental la memoria colectiva de todos los pueblos para que se sientan identificados por igual. Representa hechos históricos, geografía, mitología autóctona y personajes concretos del imaginario autóctono (héroes indígenas, poetas, presidentes…). En conjunto se trata de un recorrido desde los orígenes, pasando por el pasado prehispánico, la conquista, la constitución de un Estado Republicano hasta el presente y la modernidad.

Dentro de la parte dedicada al Pasado se encuentra el panel de los “Antiguos pobladores”, el cual incluye la representación de la obra “La creación del mundo según el mito Mapuche”, cuyo lienzo preparatorio podemos ver expuesto en la colección permanente del museo.

Silvia Sánchez Ruiz
Curadora