Dalí, Salvador – España

Artista plástico polifacético, ha trabajado tanto la pintura, escultura y grabado, como en escenografía, cine, publicidad y diseño, además de la escritura. Conocido especialmente por su papel en el surrealismo, Dalí desarrolló un arte personal que se considera hoy en día como sinónimos de este movimiento.

BIOGRAFÍA DE SALVADOR DALÍ

Nace en Figueres (Girona) el 11 de mayo de 1904. Fue el segundo hijo del matrimonio formado por el notario Salvador Dalí Cusí y Felipa Domènech Ferrès, y lo bautizaron con el mismo nombre que su difunto hermano, Salvador, algo que marcará al artista.

Desde niño ya demuestra su predilección por las artes plásticas y, tras una formación inicial escolar nada brillante, su padre accede a dejarle estudiar Bellas Artes, para lo cual marcha a Madrid.

Con 18 años ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su formación está marcada por su espíritu rebelde, que incluso le causó una expulsión temporal de la Escuela. Durante el año sabático que la expulsión le procuró, Dalí regresa a Figueras y estudia grabado con su antiguo maestro Juan Núñez. En este momento toma contacto también con el cubismo por primera vez y, a su regreso a la Academia un año más tarde, su lenguaje viene ya transformado por sus exploraciones personales. Más tarde se ausentará de la Escuela de Bellas Artes durante un curso académico, lo que hará que acaben por expulsarlo definitivamente.

De su etapa de formación también fueron cruciales los contactos que realiza dentro de la Residencia de Estudiantes donde vivía, de los que destaca su amistad con Federico García Lorca y Luis Buñuel. Con el primero trabará una amistad significativa aunque breve a causa del asesinato del poeta, mientras que con el segundo pasará a la posteridad por la colaboración entre ambos en las películas Un Chien Andalou (“Un perro Andaluz”), en 1929, y L’âge d’or (“La Edad de Oro”), en 1930.

En 1925 participa en la Primera Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos y realiza su primera muestra individual en las Galerías Dalmau (Barcelona). En 1926 viaja por primera vez a París; allí conoce a Picasso y visita el Museo del Louvre. Sin embargo, no es hasta 1929 que entra en contacto con el grupo surrealista a través de la figura de Joan Miró, cuando en la obra de Dalí ya afloraba la temática surrealista.

Ese mismo año, tras el estreno de la película Un Chien Andalou, pasa el verano en Cadaqués donde recibe la visita de René Magritte y su esposa, Luis Buñuel, el galerista Camille Goemans y su compañera, Paul Éluard con Gala y la hija de ambos, Cécile. Aquí comenzará una relación con Gala con la que contraerá matrimonio en 1934, y que durará hasta la muerte de ella, en 1982, tan solo siete años antes que Salvador Dalí.

OBRA DE SALVADOR DALÍ

Con unos inicios donde vemos como combina la influencia del clasicismo, especialmente de la obra de autores como Ingres o Velázquez, así como de movimientos vanguardistas como el cubismo o la pintura metafísica, ya visibles en sus primeras exposiciones individuales de 1925, Salvador Dalí pronto desarrollará un estilo propio y fácilmente identificable.

El surrealismo de Salvador Dalí

En 1929 Dalí se une al movimiento surrealista de Bretón y participa en las exposiciones colectivas del grupo, así como realiza sus propias exposiciones y publicaciones de libros y películas. En 1930 realiza lo que se considerará su gran aportación al surrealismo, la invención del “método paranoico-crítico” [1], que se basaba en la representación de una imagen formada a partir de otras imágenes, como si de una imagen interior o subconsciente se tratase, cuya percepción dependerá del espectador. Un ejemplo de ello son las pinturas de Salvador Dalí de “El gran paranoico” (1936), “Cisnes que se reflejan como elefantes” (1937), o “Mercado de esclavos con aparición del busto invisible de Voltaire” (1940).

Pero son sus actuaciones individuales, en ocasiones contrarias a las opiniones de los integrantes del movimiento, las que le acarrean discusiones con éstos, hasta que finalmente es expulsado del grupo en 1939. Este año Bretón publica el artículo “Tendencias más recientes de la pintura surrealista”, en el cual deja fuera a Dalí. Ante esto, el artista reacciona con la célebre frase de “yo soy el surrealismo”, quedando esto probado al no producirse ningún cambio en su obra ni en su lenguaje tras su salida del movimiento.

Más allá del surrealismo

A pesar del fuerte vínculo de la obra de Dalí con el surrealismo y las temáticas que en el se exploran, a Dalí le interesaban indudablemente otros temas también. Investiga temas ajenos y alejados del surrealismo, como la física cuántica y la nuclear, las matemáticas, la óptica, lee a Stephen Hawking, al matemático René Thom, y a Ramon Llull, pensador medieval que apostaba por la fusión entre ciencia y religión. Todos estos intereses los vemos reflejadas en obras como The Three Sphinxes of Bikini (“Las tres esfinges de Bikini”), de 1947, La Madonna de Port Lligat (1950), Tête Raphaèlesque éclatée (“Cabeza rafaelesca estallando”), de 1951, Gala Placidia. Galatea de las esferas (1952).

Pero sus inquietudes no se limitaban a las temáticas de sus obras de arte. Dalí trabajó también en cine, diseño y publicidad, escribe, realiza performance y vídeos y, a decir verdad, toda su vida y su personaje están concebidos como una obra de arte en sí, como una performance de vida.

[1] Que el propio Dalí define como “método espontáneo de conocimiento irracional basado en la objetividad crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones de fenómenos delirantes”.
Extraído de: https://www.3minutosdearte.com/generos-y-tecnicas/el-metodo-paranoico-critico-de-dali/ [consulta: 01/02/2023]

Silvia Sánchez Ruiz
Curadora