Raquel Forner

Estamos ante las obras Monstre spatial avec des mutants («Monstruo espacial con mutantes») y Faune labyrinthe («Laberinto de fauna»), de la artista argentina Raquel Forner.

Raquel Forner nace en Buenos Aires, Argentina, en 1902.

Forma parte esencial del desarrollo de las vanguardias en los años 20 y 30 en Argentina, siendo parte decisiva en el desarrollo de la Nueva Figuración. También tuvo un papel importante en el panorama vanguardista europeo por su presencia en el Grupo de París.  

La obra de Forner, con unos inicios vinculados al cubismo y al expresionismo, marca los grandes momentos históricos y políticos del mundo. Tras su estancia en París y su asentamiento en Buenos Aires como artista internacional, en 1938, Forner comienza a realizar sus obras a partir de series en las cuales explora diferentes temas y desastres de la humanidad, como puede ser la Guerra Civil en España, la II Guerra Mundial y otras grandes tragedias de la humanidad y sus consecuencias, todo ello a partir de un lenguaje expresionista cargado de contenido simbólico, que dota a las obras de un gran componente surrealista.

Tras esta etapa marcada por el pesimismo, Forner inaugura una nueva a partir de 1957, la cual vemos englobada bajo la temática del espacio y un lenguaje marcado por la Nueva Figuración.  A partir de este momento se aprecia un predominio de los colores vivos y un uso expresivo de la materia. Las composiciones se vuelven más planas, eliminando la referencia a la perspectiva, y las formas surgen a partir de líneas y manchas de color, con una gran influencia del informalismo, aunque rara vez pierde la referencia a la forma.

Esto lo podemos ver en las obras Monstre spatial avec des mutants y Faune labyrinthe. La primera, de 1975, representa un escenario imaginario y descontextualizado, en el cual las figuras ocupan la mayoría del plano, como es habitual en las obras de la Nueva Figuración. El ser humano continúa siendo el protagonista de su obra, aunque ahora comparte escena con unos seres espaciales que denominará cosmonautas.

Como vemos en esta obra, los seres mutantes son representados por la artista a partir de colores puros e intensos, lo que contrasta con los tonos grises que emplea para la representación de los seres humanos. Forner otorga así una simbología a sus personajes a partir del color, a través de la cual manifiesta que el futuro está en ese nuevo mundo que está por descubrir.

En la obra Faune labyrinthe, de 1968, perteneciente a la serie Los Laberintos (realizada entre 1967 y 1969), vemos como la artista emplea los mismos recursos lingüísticos y temáticos que en la anterior, pero en esta ocasión todo está enfatizado. La obra adquiere un cariz expresionista, próximo a la abstracción, debido a la rapidez del trazo y la aplicación de los colores, menos definidos que en Monstre spatial avec des mutants, así como en el abigarramiento de las figuras que, a pesar de seguir una disposición similar, en esta obra se tornan más monstruosas.

 

 

 

Silvia Sánchez Ruiz
Curadora

 

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Referencias

LORENZO ALCALÁ, May.  Raquel Forner: del apocalipsis a la utopía. Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2016.  Cuadernos Hispanoamericanos. Núm. 629, noviembre 2002. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcw68h4

http://www.cvaa.com.ar/03biografias/forner.php

https://forner-bigatti.com.ar/raquel-forner-2/

[Fecha de consulta para todos los enlaces: 13/01/2022]

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